Las 72 horas después....
¡¡Hola a todos!!
Bienvenidos a mi cuarto post. Como al comienzo de los anteriores quiero agradeceros la implicación, las palabras de apoyo y el cariño que recibo tras cada mensaje. Millones de gracias a todos de corazón.
Continúo con la historia…
Era viernes y por la rapidez y las horas que había pasado solo la familia cercana sabía que estaba pasando. Una vez que acabaron esa noche de ponerle la máquina de diálisis a mi niña, estuvimos un par de horas tranquilos hasta que se produjese el cambio de turno de médicos y enfermeros y al ser entre semana y por el estado de la niña el entrar y el salir de la sala era constante. En ese rato de tranquilidad Fran me preguntó si había avisado a Líber, a lo que le dije que no que por favor le avisara.
Líber es alguien bastante importante para mí, no solo ella su familia. Sus hijas y los míos son de la misma edad, los mayores están juntos desde los 3 años y las pequeñas pues ya veis se conocen desde que estaban dentro de la tripita. Ella conoce por mi tono de voz si estoy o no bien al igual que mi familia y yo a ella igual. Somos muy diferentes pero nos hemos compenetrado muy bien. Estuvo en uno de los peores momentos de mi vida cuando falleció mi tía, se ocupó durante días de mis hijos para que yo pudiera despedirla y no solo eso también nos ayudó cuando mi abuela paterna, enferma de alzheimer, vivía con mis padres. Porque en los buenos momentos estamos todos, pero en los malos pocos son los que están, a largo tiempo sobre todo.
Eran como alrededor de las 10 si no recuerdo más cuando la vi detrás del cristal, vi su cara al ver a mi niña, el impacto que causaba verla así… Se abrazó a mí llorando y preguntándome que había pasado. Le conté todo lo que pude y así estuvimos un rato, ella abrazada a mi dándome fuerzas, esas que estaban ya muy escasas.
Y empezó el jaleo de médicos, cuando veía una bata blanca acercarse toda yo echaba a temblar. Les miraba pidiendo que me dijesen algo. Durante esa mañana la única respuesta que obtuve fue está estable dentro de la gravedad. Esa mañana había una enfermera con nosotros que era un ángel, bueno la verdad que todos los que han llevado a la niña de seguido han sido ángeles para nosotros, pero ella cada vez que entraba me miraba se acercaba a mi me abrazaba, me daba esas palabras de aliento que aunque no aplacaban el dolor conseguían serenarme un poco. Ella me decía, esto es un proceso muy lento tienes que armarte de paciencia y de fuerza, está aquí, está estable dentro de lo malita que está mírala ahí la tienes luchando, quédate con eso. Con que no ha ido un pasito para atrás y que habrá días que no haya pasitos para adelante que se mantendrá estable, y otros que a lo mejor hay un pasito para atrás pero ese nos servirá para coger fuerzas y seguir al día siguiente más fuertes.
Esa mañana ya empezó a enterarse todo el mundo de lo que pasaba, el colegio, otros familiares… Ese día nos informaron que sanidad había activado un protocolo porque la bacteria de la niña era contagiosa y todo el que había estado cerca de ella en los últimos siete días tenía que tomar un medicamento por precaución. Como es lógico el colegio fue informado de ello y las mamás del cole empezaron a preguntar. No tenía ganas ni fuerzas para decirle a nadie que pasaba, solo les dije a la clase de Aitana como se encontraba y a la del niño que no se preocuparan que se había activado el protocolo y las familias que tenían que tomar el medicamento ya habían sido informadas. Nos dieron una pastilla a los adultos y para los niños un jarabe.
Mi niño fue al colegio como cualquier día normal, aunque él sabía que algo no iba bien. Había visto a su hermana la tarde anterior y había visto que la hermana no volvía. No le dijimos nada más que tenía que quedarse en el hospital porque estaba malita. Pero él no estaba conforme con eso, estaba nervioso intentaba ver el teléfono de mis padres o escuchar lo que hablaban a ver si pillaba algo. Hablé con el colegio por si veían que el niño no estaba bien supiesen por lo que era y bueno que estuviesen algo más pendientes…
Bueno, esa mañana los médicos nos explicaron un poco el proceso de esta infección, sobre todo el tema de las manchas. No se sabía si le iban a quedar secuelas, ahora mismo ellos estaban preocupándose de salvarle la vida y en la próxima semana empezarían los especialistas a examinarla. El cuerpo de mi niña estaba lleno de manchas y estaba comenzando a hincharse de la infección que tenía. Aunque estaba medicada desde el minuto uno y el medicamento era el adecuado porque ya imaginaban lo que era, eliminar la infección llevaría su tiempo. Las manchas que tenía en el cuerpo tenían un proceso, primero salía la mancha, luego esa mancha creaba una costrita, esa costrita se caía y se formaba una ampolla, después la ampolla explotaba y quedaba una herida, la cual el tiempo se encargaría de ir cicatrizando. Ellos ya estaban tratando esas manchas con una crema con antibiótico para evitar el mayor daño posible. Las piernas de mi niña estaban repletas de manchas enormes y estaban frías junto con las manos. Una de las piernas estaba empezando a tener peor pinta, las manchitas estaban uniéndose, prácticamente no se le veía color de piel en el pie. Ese día probaron a ponerle una máquina térmica que le daba frío porque la fiebre no bajaba. La tensión seguía muy baja aunque algo más alta que la tarde anterior y seguía taquicárdica. Eso no cambiaba.
La mañana transcurrió así. De la familia quitando Fran y yo, solo se atrevieron a entrar mi hermana y la hermana de Fran, el resto fue incapaz. Ese día si dejaron entrar fuera del horario de visitas por la gravedad que tenía la niña al igual que dejaron quedarse en el hospital a la familia la noche anterior. Recuerdo un momento en el que estaba con mi hermana, ella me agarraba la mano que tenía apoyada en la pierna de mi niña, yo le decía por favor que salga de esto y ella me dijo “¿tu te crees que la tata va a dejar que ella se marche? “ “ella nos está cuidando y la sacará de esto”. En ese momento le pedía a ella a mi estrella que me ayudase que no se la llevase, le pedía a mi cruz de Caravaca que no se la llevase, le pedía a Dios que no se la llevase. No podía hacer más.
Esa tarde hablé con mi niño para saber si quería marcharse el fin de semana con Líber, así él estaría distraído y no le daría tantas vueltas al coco, así que se fue con ellos.
Esa noche la familia tuvo que marcharse. Yo me quedé con ella en el box y Fran salió a la sala de familiares de UCI que tenía sillones para poder descansar algo también. Apenas dormí pendiente de la pantalla.
Al día siguiente recibí un whatsapp de Líber, que la llamase.
Ya está, algo le pasa al niño. La llamé rápidamente y me dijo que el niño
estaba revuelto (que podía ser por el medicamento para la prevención del
contagio) que le dolía la cabeza y la tripa mucho. Le pregunté si estaba
animado o si le veía decaído. Me dijo que estaba bien, pero se le veía
preocupado y nervioso. Hablamos de que seguramente el niño necesitaba vernos y
ver que pasa y saber que estamos bien pero por si acaso lo consulté con un
médico de
Mi niña seguía estable aunque seguía muy grave, la infección apenas había disminuido ella estaba cada vez más hinchada. Era demasiado doloroso verla así, entubada, con tantas máquinas enganchadas a ella, tantos cables, su cuerpo…. Estaba irreconocible apenas se le notaba la nariz, su cara estaba tan hinchada … de verdad que esa imagen es otra de las que jamás olvidaré y me alegro que poca gente de la familia la haya visto así porque no quiero que tengan esa imagen siempre rondando por su cabeza.
Como a media mañana vino mi niño y bajé yo a urgencias para
que le revisaran. Él me miraba todo el rato, yo intentaba sonreír cambiar la
cara que él no viese por lo que estábamos pasando aunque es verdad que
inevitablemente la cara que tenía no era la de siempre, y él eso también lo
sabía. Por suerte no tenía nada físico. Le subí a la sala que hay cerca de
Y así siguió transcurriendo lo que quedaba de sábado, esperando.
El domingo no hubo mucho cambio, había otra doctora diferente de guardia. Entró a hablar un rato con nosotros. Ella nos preguntaba si teníamos duda de algo que le preguntáramos lo que fuese, pero mi mente estaba tan colapsada que yo solo la miraba y lloraba, las palabras no salían, tenía mil dudas, mil cosas que preguntarle, pero las palabras no salían. Creo que ella entendió perfectamente mi colapso, nos dijo que habíamos actuado bien y rápido que posiblemente si esa mañana yo la hubiese llevado al médico la hubiesen mandado a casa pensando que era un virus sin más, ahora pasado los meses, sabiendo lo que sé y viviendo lo que viví creo que no, creo que si yo la hubiese llevado esa mañana si que hubiesen detectado que la niña no estaba bien, pero bueno la vida es así…. No podemos saber que pasará dentro de una hora o mañana. La doctora nos dijo que sabía lo que yo quería oír, que ese momento no podía asegurarme que llegaría pero tenía que armarme de paciencia, la espera iba a ser larga. Esa tarde nos acompañaba de nuevo la enfermera que me hablaba como un ángel. Ella me transmitía paz, tranquilidad, su forma de hablarme, de tratarme… Un momento que estaba sola en el box con ella y mi niña claro, me dijo “puedes hablarla” “no sabemos si te escucha o no pero ¿y si es que si? ¿No crees que necesitará escuchar a su mami?” Yo no podía decirle nada, solo lloraba. Me hizo levantarme y me acercó a mi niña, me dejó que la diese un beso en la cabeza. Casi 3 días llevaba sin sentir el calor de mi niña, 3 largos días que parecían meses…. Seguro que ella sintió ese beso como lo sentí yo, seguro que le transmitió toda la fuerza que ella necesitaba.
Nos dijeron que podíamos traerle algún juguete o peluche favorito, tenía claro lo que mi niña necesitaba junto a ella, aparte de su princesa Jazmín, su tortuga, el peluche que su hermano le regaló cuando nació y que no se separa de él.
Y el fin de semana llegó a su fin… ella seguía estable pero muy grave, con tensión baja, mucha fiebre… El lunes empezaríamos semana y con ello todas las revisiones de médicos para saber posibles secuelas o complicaciones. Por dentro no sabíamos, pero por fuera yo misma era capaz de ver cosas que no iban teniendo buen aspecto, pero como bien nos decían había que tener paciencia y esperar…. De momento, ella seguía entre nosotros y más agradecimiento que ese no podía tener.
Madre mia ,contado asi parece q hubiera pasado rapido pero yo creo q esas 72 horas fueron las más largas de nuestras vidas.muchas fuerza ,valiente y una campeona princesa Jazmin 😍😘❤ y valiente y fuertes vosotros tambien.
ResponderEliminarPues si, pero fueron las 72 horas más largas de mi vida...
EliminarLos segundos eran minutos .... los minutos horas y la esperanza había momentos que flojeaba pero no se perdía !!! No era una niña desconocida era tu niña la que sientes como tu sobrina la que te a robado y me roba mil sonrisas !!!! Os queremos muchísimo ❤️❤️🦄
ResponderEliminarGracias ❤️. El sentimiento es mutuo ya lo sabes. Os queremos
EliminarRecuerdo cada momento y muy a mi pesar creo q no se va olvidar en la vida, ver a mi niña así es de lo peor que he pasado en mi vida, pero yo he confiado en ella y en lo que esta arriba que tu bien sabes que es muy grande 🧚🏻♀️❤. Os quiero ��
ResponderEliminarMuy grande de verdad que si. Gracias por no soltar mi mano ni la de mi niña. Te queremos ❤️
EliminarRecuerdo que siempre nos contestaste a todos los mensajes sacabas fuerzas no sé de dónde, pero la sacabas.
ResponderEliminarCómo madre te admiro y te respeto y ya sabes que en lo que pueda ayudar ...
Quien escribía era porque se preocupaba, y para mí eso es de agradecer muchísimo por eso siempre intenté contestar antes o después con más o menos palabras. Gracias ❤️
EliminarYo en estos momentos me quedo sin palabras, pero en verdad fueron unas horas de muchísimo dolor impotencia y no saber Q hacer,yo no podía ver á mi nieta no tenía fuerzas para poder ver a mi princesa, Pero yo tenía mucha fe en mi cruz de Caravaca y los de Q estaban arriba Q nos iban a ayudar 🙏❤️sois todo un ejemplo,Os quiero muchísimo 🦄💋
ResponderEliminarGracias mamá. Como siempre a nuestro lado ❤️. Te queremos
EliminarMadre mía que eternidad.... No puedo imaginar como te sentías viendo a tu niña en esa situación.
ResponderEliminarDebe ser horrible sentir esa impotencia de no saber que pasa y obvio millones de preguntas...
Leer una historia así tan dura y real...felicidades por esa fuerza que trasmites y que sin duda te hace seguir adelante para luchar junto a tu princesa. Un abrazo enorme
Gracias prima❤️🙏
EliminarAunque me enteré meses después sabes que para mí sois unas luchadoras y os adoro!!!❤️
ResponderEliminarGracias Bea. ❤️
EliminarQuerido Unicornio Brillante, soy Toni el papi de Alexandra, y ya te dije en su día qué esta decisión de crear el blogg, te vendría muy bien cómo terapia interior y cómo bien dices para ayudar a otras familias en la misma ....me parece que lo que estas haciendo es algo maravilloso y generoso!! ya sabes que en la medida de lo posible te daré siempre visibilidad y esa mano amiga qué nos encontramos muchos padres por via redes sociales, qué a veces es incluso mayor que dentro del entorno familiar, cosa qué doy fe!!! un abrazo enorme para Aitana y Aitor, y sigue.....no pares de soltar y liberar tu mente para qué el corazón no se dañe!! aunque padres cómo nosotros el corazón siempre lleva un parche invisible a los demás.......un abrazo enorme para los 4, ejemplo de familia unida!! y aqui!! un servidor!!! para en lo qué pueda ayudarte!!!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por brindarme esa mano amiga en la distancia, sin conocernos porque como tu bien dices solo entre nosotros podemos llegar a entendernos. No dudes que la mano de nuestra familia estará siempre para vosotros también❤️
EliminarMuchas gracias a ti por brindarme esa mano amiga en la distancia, sin conocernos porque como tu bien dices solo entre nosotros podemos llegar a entendernos. No dudes que la mano de nuestra familia estará siempre para vosotros también❤️
EliminarHola! Acabo de descubrirte y aqui estoy llorando, a mi hermana le pasó lo mismo con 6 añitos, mi madre la llevó al ambulatorio 2 veces antes de que le salieran las manchas en el cuerpo, y el medico no le hizo ni caso, dijo que era una gastronteritis y la mando a casa en 2 ocasiones, hasta que en una vomitona se mancho el pijama y al cambiarla de ropa mi madre le vio el cuerpo plagado de moratones , yo era pequeña y recuerdo la experiencia como algo super traumatico, me quedé una temporada en casa de mis tios mietras mis padres no se separaban de mi hermana en el hospital… ufff es todo tan parecido que se me ponen los pelos de punta,
ResponderEliminar