El comienzo de la nueva realidad


 

¡¡¡Hola Familia!!!

 

Un martes más con vosotros y vosotros conmigo. Gracias de corazón por seguir apoyándome y leyéndome, ¡¡no dejéis de hacerlo!!

 

Era 9 de Marzo, apenas nos había dado tiempo a respirar fuera del hospital y volvíamos a entrar por sus puertas… pero esta vez solo para revisiones.

Teníamos cita con los plásticos, con el rehabilitador y con pediatría, vamos una mañana ajetreadita. Esta vez me acompañó mi madre. La primera consulta fue la de medicina plástica, las heridas iban bien, no había nada fuera de lo normal, le quitaron puntos de sutura y me explicaron como realizar las curas y como quitar puntos. Me dieron la opción de ir al centro de salud a que se lo hicieran o hacerlo yo. Nunca me ha dado repelús esas cosas, así que sin ninguna duda yo sería quien curase a mi niña. Es verdad que no es lo mismo curar a otra persona que a tu hija, todavía no había llegado a tocar fuera de esas vendas su piernecita amputada pero vamos a fuerte no me gana nadie. Es mi hija y besaría cada rincón de su cuerpo esté como esté. Nos dijo que ya podíamos bañarla sin problema (hasta ahora lo había estado haciendo como en el hospital) aunque la niña no estaba muy por la labor pero haríamos lo que fuese para que se sintiese segura.

Acabada esa revisión bajamos a la consulta del rehabilitador. Era un hombre muy dicharachero que se supo ganar el cariño de mi niña (no sé por qué pero no actúa igual cuando le toca un chico que una chica… supongo que vergüenza). Enseguida me sumergió en un mundo que hasta ahora era impensable para mí, prótesis, tipo de prótesis…. Tenía la cabeza como un bombo de tanta información junta. Él desde el minuto uno nos dijo que nuestra niña tendría una vida normal, que la amputación le había tocado en una edad “buena” porque a esa edad los niños absorben todo mucho mejor, lo toleran mucho mejor y aprenden a vivir con ello desde pequeños.

Claro cuando hace menos de un mes que tu hija ha perdido su pierna todo lo que te digan te suena a chino, claro que confiaba en él, desde el primer momento me habían demostrado que no iban a cubrir la realidad, que no debían ni querían hacerlo y por eso generaban una confianza. Al final, el que tiene experiencia es él y yo en mi papel de madre todo lo veía negro.

Durante la consulta me enseñó ejercicios para que la niña fuera ejercitando sus piernas, nos iba a costar porque apenas te dejaba tocarla, pero era importante que se ejercitara para recuperar masa muscular y para que no le ocasionara problemas en las caderas de estar tanto tiempo sentada y con mala postura. Pronto empezaríamos la rehabilitación para que ella no perdiese el hilo. Y así quedamos, volveríamos a vernos en una semana junto con la revisión de los plásticos.

La siguiente revisión fue pediatría. Lo primero que me dijo, y que ya ahí hizo que toda la fuerza que ese día me había preparado se desmoronase, fue que yo no era culpable de nada. Nunca había estado con él pero no sé si me lo vio en los ojos o simplemente que no era la primera vez que esto pasaba. Supongo que como madre todas nos sentimos culpables en algún momento dado por la crianza de nuestros hijos. Hablamos del bicho que atacó a mi niña. Me dijo una frase, que aunque yo era consciente de la situación pero me hizo darme de bruces con mi realidad, mi hija podía haber perdido la vida ese 30 de Enero y no lo hizo, estaba aquí conmigo. Daba igual si le faltaba una pierna, daba igual si su cuerpo estaba lleno de heridas, ella estaba aquí y tenía que agradecerlo porque muchos no podían decirlo. Tenía más razón que un santo. Después nos habló de la vacunación, había que ponerle a la niña la bexero y había que adelantarle la del meningococo con las zepas acwy. Esta vacuna se pone a los 12 años por el calendario vacunal pero a ella se le adelantaría y luego se le pondría una de recuerdo. 

Después nos comentó que le harían a la niña unos exámenes de inmunodeficiencia para ver si el origen de que mi niña hubiese pasado por este se debe a algo genético (a pesar de que en la familia no había habido nunca nada) o simplemente mala suerte. Estos exámenes consistían en dos partes, una sí podían hacerla en el niño Jesús pero el otro tenía que ir al Doce de Octubre. Pero el inmunólogo del Doce de Octubre era amigo suyo y habló con él para que lo hiciera todo allí, así nos ahorrábamos un pinchazo, la niña lo agradecería…. Lo haríamos al día siguiente.

Del resto pues la niña tenía que seguir manteniendo los batidos nutricionales, dos diarios como mínimo porque el peso era muy bajito y no estaba bien, además necesitaba una buena alimentación para las curas de las heridas. Seguíamos con el medicamento para el dolor, aunque iríamos disminuyendo semanalmente hasta quitarlo en unas 3 semanas. Volveríamos a vernos unas semanas después.

 

Volvimos a casa. Apenas nos había dado tiempo a respirar y “disfrutar” de la vuelta al hogar. Ese día me armé de valor y decidí ir a recoger todos a Aitor, seguro que a él le haría ilusión y mi niña por supuesto quería ir a recoger a su tate. Sabía lo que me esperaba por eso me costaba tanto ir…. Miradas….preguntas…. habladurías… Y no, no me daba igual porque aún no estaba preparada para pasar por ello. Pero lo hice… Bajamos directamente a la puerta de Aitor (cada uno sale por una puerta diferente) y claro como podéis imaginar ya había unas cuantas marujas, que ya se habían dedicado anteriormente a hablar y ahora no iba a ser menos…. Ya no solo hablar… a mirar…. El morbo se ve, querían ver algo de lo que había debajo de la manta que llevaba mi niña (llevaba la manta primero porque hacía frío, segundo porque mi niña quería llevarla y tercero porque todavía no podía ponerle mucha ropa por los vendajes y que a ella le molestaba). Casualmente se acercó un amiguito de la clase de Aitana, y ella con toda su naturalidad se quitó la manta y le dijo a su amigo “mira tengo una pierna más cortita” claro mi cara de incredulidad fue total, no esperaba eso…. Me alegro que ella lo hiciese así porque así es como tiene que hacerlo pero me pilló muy de sopetón y claaaaro las marujas tuvieron lo que querían. Vi horror en sus caras y cuando vieron que las miraba por no ir y decirles algo a ver si se les caía la cara de vergüenza un poco, pues apartaron la mirada pero seguían hablando claro…. Se lo leía en los labios… Otras mamis se acercaron para decirle hola a Aitana y que estaba muy guapa (estas son las que SI que les importaba de verdad como estaba mi hija). Cuando salió su hermano se puso loco de contento por tener a su hermana allí y a mí también….

Esa tarde decidimos salir un ratín, llevábamos mes y medio entre cuatro paredes y aunque las ganas eran mínimas lo necesitábamos… Esa noche empezaron a llegar noticias del cierre de los colegios por el covid, claro a nosotros nos pilló muy de sorpresa porque no habíamos estado al tanto de nada dentro del hospital… si habíamos notado cierto movimiento a finales de febrero pero vamos como el resto no imaginábamos para nada esto… Ahora el miedo era mayor… al día siguiente teníamos que ir al Doce de Octubre y era uno de los hospitales más llenos de estos pacientes.

Pero esto lo dejamos para el siguiente post….


Comentarios

  1. Gente amargada que tiene que rellenar su vida hablando de las desgracias de otros... y que sus vidas tampoco es tan perfecta como quieren hacer ver, desgraciadamente seguirá habiendo esas habladurías mientras haya gente tan descarada. Pero centrate en las personas que han mostrado y muestran su cariño dia a dia que afortunadamente ganan por goleada.

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  2. Salvo por las marujas, un relato lleno de esperanza.
    Siempre hay que ser positivos y saber que la niña sigue aquí es una gran alegría. Fue capaz de vencer al bicho, 💪💪💪💪

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  3. Bien dijiste en su momento !!! Amiga y las y los cotillos si quieren saber poquito y al revés !!! 🤪❤️🌈🦄

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  4. Quédate con lo bonito y con la naturalidad que tu peque lleva la situación pues da una gran lección a pequeños y mayores, te hará sentir bien, entre lo bueno y lo malo que corra el aire.
    Fuerza y ánimo.
    Muchos besos

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  5. Con la boca abierta me deja Aitana....y en las narices les dio esas....¡¡di que si, Aitana!!

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  6. Ole por ti y por ella ese día estoy segura que rompisteis muchas barreras y la niña la primera!! Todo lo que nos enseñan los enanos...
    De gente como las que hablas en el póst es mejor pasar .

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  7. Lo increíble es la reacción de Aitana, los pequeños a diferencia de los adultos no tienen malicia y a veces con sus respuestas y reacciones nos dan grandes lecciones. Y a las personas que cuchichean oídos sordos .... quizás sus vidas sean demasiado aburridas.

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