Comenzamos con su rehabilitación




¡¡¡Hola familias!!!

 

Espero que estéis todos bien, tanto por el covid como por la llegada de Filomena (en caso de que seáis de Madrid). Por aquí han sido días algo caóticos. La sensación de estar “incomunicados” ha sido y es bastante desagradable…. Porque todavía dura….Esperemos que en unos días todo vuelva a lo “normal” o lo que últimamente ya era normal.

 

Continúo….

Entramos en el mes de Junio y con él empezamos la ansiada rehabilitación. Habían sido meses de atraso para ella pero ahí estábamos con muchas ganas de avanzar. Ya tenía su liner como os comenté en el post anterior, pero el dafo todavía no había llegado y en tiempos de Covid pues no sabíamos si habría problemas con ello.

 

Mi niña estaba muy ilusionada. Nos tocó una chica (que no voy a dar nombre al igual que el resto por su privacidad) Con Aitana congenió desde el primer momento, además está algo loca y nos alegra el día cada vez que vamos jeje.

El trabajo con ella consistiría en trabajar el tobillo para ir despegando el tendón y que fuese fortaleciendo los músculos de esa pierna y también de la otra porque necesita tenerlas fuertes. Y también empezaría a irla poniendo de pie, que aunque en casa lo habíamos intentado con las muletas no se apañaba, y allí lo haríamos con las barras por lo que sería también más fácil para ella.

La fisio es también enfermera, por lo que le revisaba también las heridas y siempre podía preguntarle cualquier cosita más. Y vamos que ha hecho de psicóloga también conmigo.

Ella cada ejercicio o movimiento que le hacía me lo enseñaba también a mí, así yo en casa podría seguir trabajándolo. Como empezaba el calor, otra de las cositas que me enseñó es a deshinchar el muñón ya que con el calor se suele hinchar bastante y puede ser algo molesto, así que me enseñó un masajito drenante que además le relajaba mogollón a la niña.

Después de trabajarle todo eso, empezó a hacerlo con juegos. Le trajo un caballo loco, que enseguida a mi niña le encantó, para que se subiera en él y le cabalgara. Y como el caballo estaba loco se movía mucho jeje. Así lo que hacía era fortalezar el tronco y las piernas y mantener el pie recto bien apoyado. Y mi niña se lo pasaba pipa mientras tanto.

 


Empezamos a ir 3 veces por semana. El segundo día que fuimos ya se puso en las barras, pero claro ella no aguantaba nada de pie así que tuvimos que ayudarla. Poco a poco tenía que coger fuerza en la pierna.  

Ella ponía todas sus ganas y sus fuerzas, la verdad que para ser tan pequeña nunca ha dicho que no a nada, ni se ha quejado en la rehabilitación de nada. Es todo un ejemplo mi princesa.

 

Nuestro dafo seguía sin llegar… Desde la ortopedia nos decían que venía de fuera y por el covid podría haber problemas de logística, así que no quedaba otra que seguir esperando.

 

Llevábamos 15 días de rehabilitación cuando mi gordi empezó a poder ponerse de pie solita, aguantaba poquito pero lo hacía, así que empezaba a coger fuerzas.

A finales del mes de Junio decidimos irnos un finde al pueblo. Por una parte tenía ganas de desconectar de Madrid, del año que estábamos teniendo. Iríamos al campo donde no teníamos a nadie alrededor por lo que no habría peligro por el Covid. Por otra parte me creaba miedo irme de Madrid por el hecho de alejarme del hospital, era como que había creado una dependencia. Necesitaba sentir que tenía cerca su hospital por si pasaba algo. Encima en estos meses había tenido algún cuadro de placas (que en ella siempre ha sido algo habitual, al igual que me pasa a mí) pero claro para mi era un mundo que tuviese simplemente unas décimas.

Pero decidimos ir, necesitábamos despejarnos un poco y la verdad que nos supo a gloria.

A la vuelta, tuvimos los exámenes de análisis nutricionales. La pobre cada vez que tenían que pincharla era una odisea, creo que es lo único que recuerda de su estancia en el hospital.

También fuimos a la ortopedia para hacerle el molde del encaje de la prótesis, su pierna la tendríamos en unos 15 días si todo iba bien.

Una semana después fuimos a la siguiente revisión de la UCI. Nos dieron los resultados de los análisis, todo estaba bien, si que había un nivel un poco justito pero no era preocupante. Había cogido algo de peso y comía un pelín mejor. Nos dijeron de irle disminuyendo los batidos nutricionales, en vez de tomar 2 al día podríamos darle 1 día si día no o dependiendo de lo que comiese, así iríamos poco a poco disminuyéndoselo. Seguiríamos la revisión de peso con nuestra enfermera. También estuvo con nosotros una psicóloga como en la otra revisión, aunque en estas acababa centrándose más en mi que en la niña, porque ella no presentaba nada raro, se la veía contenta, con ganas de hacer cosas, jugaba… Así que con ellas no volveríamos a no ser que el peso y la estatura no subiese.

 

La fisio se marchaba de vacaciones a finales de Julio, así que después de dudarlo decidimos que nosotros nos iríamos al pueblo también esos 15 días, la pierna y el dafo deberían estar antes de marcharnos.

Con la pierna por fin veríamos un poquito de luz, aunque supiésemos que necesitaría rehabilitación para adaptarse a ella y que la otra pierna se recuperase bien.

Pero…. como no… el día antes de recoger la prótesis algo pasó que truncó nuestros ansiados planes…..

Comentarios

  1. Podéis estar muy contentos de los profesionales que os ayudan tanto en la recuperación de Aitana, como en el apoyo psicológico que os brindan.
    Valorarlo mucho,aplicadlo y a seguir con el esfuerzo diario para continuar hacia adelante.
    Besos

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  2. La verdad que la mayoría de medico/enfermeras con los que ha relacionado Aitana son de 10, eso mas la fortaleza de la niña hacen buen equipo ����

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