Unos cuantos días más...
¡Buenas noches familia! Otro martes más a vuestro lado. Como cada semana quiero agradeceros el apoyo, palabras de cariño, la implicación que mostráis para ayudarme. Dicho esto sigo con la historia… Llevábamos un par de días tranquilos, cuando digo tranquilos me refiero a sin sobresaltos, porque tranquilidad no íbamos a tener hasta que no viésemos a mi niña bien. Cuando llegaba el turno de noche normalmente quien estaba de enfermera/o solía hacer las curas y el baño sobre las 23:00 o 24:00 para así dejarme a mí descansar lo máximo durante la noche. Ya nos conocíamos ya que normalmente solían estar los mismos enfermeros que siempre, supongo que por el conocimiento del caso de mi niña. El caso que intentaban agradarnos lo máximo posible nuestra “estancia” y como el descanso era mínimo pues por lo menos la noche aprovecharla lo máximo posible. Era miércoles a las 24:00 cuando entró mi enfermera “ángel” como a mi me gusta llamarla, era la hora de las curas y el aseo de su tu